Discurso Padrino: Prof. David Orellana

Discurso Padrino: Prof. David Orellana
año 2005-2006

Discurso de Graduación
XVI Promoción
Miércoles 29 de julio de 2006

Queridos y apreciados alumnos:

Hoy 19 de Julio, es un día muy especial para la familia Jefferson. Nos reunimos nuevamente para despedir otro grupo de jóvenes que han concluido sus estudios regulares en las áreas y aulas del colegio. Nos causa contradictoriamente mucha alegría y tristeza tener que hacerlo – Alegría, porque sabemos que continuarán sus estudios sistemáticos en diferentes instituciones superiores; y, tristeza porque físicamente no estarán entre nosotros, sino espiritualmente en un sano y bello recuerdo.

Queridos alumnos. Parece que fue ayer cuando llegaron asustados e incrédulos tomados de las seguras y amorosas manos de sus padres a cumplir con las primeras responsabilidades que nos depara la existencia que es estudiar. Hoy, 14 años después es el momento en que toda la familia Jefferson se junta para abrir las puertas de su casa y simplemente decirles, vaya hijo, ya sabe caminar con seguridad y no puede desestabilizarse. Sólo, mire y observe su alrededor con cautela, porque el mundo que le toca vivir está lleno de contradicciones y peligros.

La familia Jefferson les quiere y les desafía a enfrentar con éxito esta nueva realidad, porque Jefferson es hoy un frondoso y hermoso árbol de 32 años, que todos los años entrega a la sociedad venezolana sus extraordinarios y maravillosos frutos. En un comienzo fue un pequeño árbol plantado en San Román y luego trasplantado a esta bella colina donde sus raíces se arraigaron firmemente nutriéndose de las más puras sustancias de esta fértil tierra y entregarles a ustedes una savia rica en valores, libres y democráticos. Ese es el fruto de Jefferson -Ustedes-. Ustedes que se llevan el inmenso amor de sus maestras, y la abnegación y dedicación de sus profesores como la comprensión y tolerancia de sus directivos. Aquí, ustedes crecieron y aprendieron de la solidaridad; aprendieron a querer sus compañeros; aprendieron que la amistad es el primer escalón para amar; aprendieron que las lágrimas de un compañero son las mismas que alguna vez rodaron por tus propias mejillas en momentos de congoja y dolor; aprendieron también el respeto y la honestidad; aprendieron de la alegría: aprendieron que la vida de los seres humanos esta íntimamente ligada a los demás pero, muy necesario es mencionar que todo lo aprendido requiere de un razonamiento para que el sentimiento se haga idea y entonces se fije en el corazón y la mente.

Han transcurrido 14 años desde que comenzamos; y, ahora les corresponde responder a sus propias vidas y para ello necesitamos mentes lúcidas; necesitamos juventud dispuesta al trabajo, dispuesta a desarrollar ideas para la continuidad de una sociedad justa, construida con valores – como dije anteriormente – libres y democráticos. En mi concepto esa es para ustedes una tarea fundamental, prioritaria y única en su estricta dimensión.

Jóvenes. Estamos viviendo un momento crucial y se hace necesario tener un juicio crítico de la realidad; tener una visión futurista y proyectar nuestras vidas en la sociedad del futuro; sociedad donde los protagonistas son ustedes, y no olvidar que les corresponde esa responsabilidad como primeros actores. Necesitamos juventud que crea en la excelencia de las cosas para obtener éxito en lo que emprende; necesitamos jóvenes solidarios y firmes en sus convicciones; jóvenes capaces de discernir críticamente y diferenciar entre lo filosófico lo científico y lo religioso. Juventud que este claramente preparada para liderizar las mas grandes responsabilidades de la sociedad porque previamente lo estudió y preparó para ello. Sabemos que es difícil llegar a la mente y el corazón de la gente porque cada uno somos diferentes pero, no se puede soslayar ese intento tan loable.

Queridos alumnos. Quiero manifestarles que me siento muy honrado de haber sido elegido el padrino de vuestra promoción y llevar conmigo el recuerdo imborrable de cada uno de ustedes, tal y cuál cómo los he visto y sentido de acuerdo con la etapa de desarrollo que han estado viviendo. Etapa muy importante en la vida del hombre, porque es en ella cuando la capacidad de abstracción aumenta inconmensurablemente; es la etapa de los grandes conflictos emocionales, es la etapa donde se ama con pureza y delicada ilusión; es la etapa en que descubrimos nuestro propio yo y lo defendemos con fervor. Es la etapa en que tratamos de explicarlo todo – aún cuando muchas preguntas quedan sin una respuesta que nos satisfaga- es la etapa donde realmente nacemos a la curiosidad filosófica, científica y religiosa. Es una etapa única, autentica y maravillosa.

Muchachos, de ustedes es el futuro. Hagan todo lo que les corresponda con orden disciplina y pensando siempre que lo hecho es la plataforma o base de sustentación para vuestros hijos y nuevas generaciones.

Les quiero mucho. Que Dios les bendiga hoy y siempre.

Su padrino Profesor David Orellana.